El gobierno catalán sigue en su mundo aparte y, ahora, pretende obligar a todas las distribuidoras de cine a estrenar la mayoría de las películas extranjeras dobladas al catalán.
Pero, como esta medida hundiría el negocio del cine en Cataluña, el próximo día 1 de Febrero, la mayoría de los cines de Cataluña cerrarán para manifestarse en contra de esta ley que pretende aprobar el gobierno catalán.
Si los catalanes obligan a todas las empresas a rotular sus negocios en catalán y que los folletos publicitarios también estén en catalán, habrán pensado que el cine no iba a ser menos pero, claro, los empresarios del séptimo arte tienen más poder que el dueño de un bar o de una inmobiliaria.
Como diría Obelix, estos catalanes (sus gobernantes) están todos locos.