Si digo Moby Dick seguro que a más de un verdadero cinéfilo, además del libro, le viene a la mente la película dirigida por John Huston y protagonizada por Gregory Peck en 1956 o cualquier otra adaptación medianamente decente llevada a la televisión. Pues en esta ocasión ni lo uno ni lo otro, pronto llegará a las mejores estanterías de los videoclubs (porque no creo que pase por el cine)
Se trata de Fire Dragon, un metraje protagonizado por Danny Glover y donde el capitán Ahab no buscará a la gran ballena blanca sino a un dragón blanco. Una idea que podría ser una alternativa a un clásico como es la obra de Herman Melville pero que con su presupuesto de apenas 5 millones de dólares dista mucho de las inversiones que reciben las películas de ciencia-ficción y aventuras.
La trama gira en torno al capital Ahab y su familia, donde su propia hija adoptiva Rachel e Ismael están intentando curar al dragón blanco que mató a toda la familia del capitán, dejándole gravemente herido y mutilado.
Los miembros de su tripulación buscan incesantemente la guarida del dragón hasta encontrarla y es el momento en el que los secretos del capitán Ahab son revelados y Rachel tendrá que tomar una decisión, seguir con su padre, después de conocer sus oscuros secretos o escapar con Ismael en busca de una nueva vida.