Tras la investigación de la muerte del actor Robin Williams, que falleció el pasado mes de agosto, y tras las muchas especulaciones que hubo en torno a la posible causa de la muerte, se ha confirmado que el actor murió ahorcado.
La muerte por asfixia y el suicidio fueron desde el principio los rumores que podíamos leer en la prensa acerca del fallecimiento del actor, seis meses después por fin se confirma y parece que con una escena algo más detallada:
Según el comunicado del sheriff del condado de Marin, Robert T. Doyle, Robin Williams se había suicidado, no se encontraba bajo los efectos del alcohol ni de ninguna otra droga aunque si se detectaron medicamentos que el actor tenía prescritos y se encontraron en sus dosis adecuadas. El modo en que se quitó la vida fue con un cinturón que se ató alrededor del cuello, también se encontraron cortes en su muñeca izquierda.
La gran depresión que sufria Williams lo llevó a un final nada feliz, como a los que nos tenía acostumbrados en sus películas.
“Fue valiente mientras luchaba contra la depresión, la ansiedad y los primeros estadios de la enfermedad de Parkinson”, declaración de su viuda, que nos da a entender lo realmente hundido que se encontraba el actor, a pesar de sus esfuerzos por seguir adelante.
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