Vimos «Posesión infernal» hace tiempo ya, y se convirtió en uno de los referentes de la época brillante del VHS. Con ella, Fede Álvarez demostró su habilidad pra el cine de terror. Ahora llega «No respires», y todos esperamos de ella sentarnos en nuestra butaca de cine, preparados para sobresaltarnos, y sentir mucho miedo.
«No respires» es una buena pelíucla de terror. Cabe preguntarse si nos acordaremos demasiado viéndola de otro de los grandes clásicos, «El sótano del miedo».
Fede Ávarez da a todos sus personajes un aire humano, por encima de la atmósfera mágico terrorífica que proporciona la gran pantalla. Las dudas e incertidumbres de estos personajes son permanentes. Álvarez recurre a la imagen más inquietante, junto a un uso inteligente del sonido, para provocar en el espectador una mezcla de sensaciones diferentes.
El director tiene gran habilidad en combinar los artificios para sorprender al espectador, sin caer en una sucesión de efectos artificiales. Lo justo para llamar la atención.
Existen películas de terror donde la primera secuencia es la firma del director. Son prólogos que invitan a entrar en una casa del terror e identifican al autor de las secuencias. Cabe recordar los planos aéreos de «El resplandor», la cámara introspectiva de «Posesión infernal» y los movimientos de acercamiento progresivos de la apertura de «No respires».
La película se ambienta en una ciudad de Michigan aterradora, donde los gritos parecen no ser oídos por nadie, y donde el cuerpo de una mujer se puede arrastrar por la calle sin que nadie se percate de ello.
Entre los elementos de auténtico pavor, el feroz rottweiler que aparece en la película es el protagonista de algunas de las mejores secuencias de ‘No respires’. Parece que se homenajeara al perro creado por Stephen King. Pero hay más. El ciego que interpreta Stephen Lang, un ex soldado que parece ir «dando palos de ciego», es un elemento inquietante, desconcertante.
Una película imprescindible para todos los amantes del cine de terror.