Si la película Abierto al amanecer, del año 1996, ha pasado a la historia del cine es por el sensual baile, con poca ropa, de Salma Hayek con una pitón amarilla, y por ser una película con guión de Quentin Tarantino, que también es el coprotagonista junto a George Clooney, bajo la dirección de Robert Rodríguez.
Acabo de volver a ver esta película y el paso de los años ha afectado bastante a la misma, sobre todo, en el tema de los efectos especiales.
Como todos recordaréis en Abierto hasta el amanecer Quentin Tarantino y George Clooney interpretaban a dos hermanos que habían atracado un banco y querían escapar a México para dedicarse a la buena vida pero, una vez en este país, esperan en un bar de carretera a que llegue su contacto al amanecer pero, para sorpresa de todos, todas las bailarinas, camareros y empleados del bar son vampiros con lo que se forma una lucha, con mucho gore, de humanos contra vampiros.
La película claramente se puede dividir en dos partes y el punto clave sería cuando aparecen los vampiros. En la primera parte brilla más el guión con algunos de esos diálogos mágicos que salen del puño de Quentin Tarantino como la escena de la gasolinera. Y, en la segunda parte, vendría toda la acción con mucha sangre y desmembramientos por gentileza de Robert Rodríguez.
Abierto hasta el amanecer ha tenido dos continuaciones que han salido directamente en DVD.