Babel es ese tipo de películas que no dejan indiferente a nadie. O las idolatras o las odias, y en mi caso soy más partidario de lo segundo.
El film de Alejandro González Iñárritu discurre en tres continentes diferentes (América, Asia y África) mostrando 4 historias distintas que previsiblemente iban a terminar interconectadas: dos jóvenes pastores árabes que disparan a modo de juego a un autobús y matan a una americana, la odisea de la propia americana y su marido en su intento de salvarla la vida, la niñera de la pareja americana que decide llevarse a los hijos del matrimonio a México para poder asistir a la boda de un familiar y se ven implicados en una serie de problemas con la policía y una adolescente sordomuda japonesa bastante rebelde. La relación entre las tres primeras historias es obvia y cualquiera se da cuenta a los 5 minutos de comenzar la película. Para saber como está relacionada la última es necesario llegar al final y todo se resume en que el fusil utilizado por los dos niños fue un regalo del padre de la joven japonesa durante una cacería en África.
Total, más de dos horas de película para mostrarnos cuatro historias semiapocalípticas en las que sus protagonistas se ven encaminados a una serie de desdichas sin que puedan hacer nada por evitarlo.
En la parte positiva: Brad Pitt hace un papel bastante bueno y en el reparto se mezclan con total naturalidad estrellas de Hollywood (Cate Blanchett y el propio Brad Pitt) con actores semiprofesionales.
Lo dicho, una película que te enamorará o odiarás profundamente.