La comedia «Mal ejemplo» me ha dejado mal sabor de boca porque no te hace reir todo lo que debiera.
Mal ejemplo está protagonizada por Paul Rudd y Seann William Scott, conocido por American Pie, que son Danny y Wheeler dos compañeros de trabajo que por culpa del primero acaban con el coche del curro encima de una fuente en un Instituto. Por esto son condenados a un mes de cárcel o a 150 horas de trabajo social. Lógicamente, eligen la segunda opción y acaban en una Asociación de Hermanos Mayores donde tienen que convivir con niños cuyos padres no tienen mucho tiempo para atenderlos.
A Wheeler le toca un niño de raza negra, de unos ochos años, más gamberro que Daniel el travieso y bastante grosero mientras que a Danny le toca un adolescente introvertido amante de los juegos de rol en vivo y va por la calle siempre con su capa.
Las situaciones con los niños deberían haber dado a mucho más gags de lo que ofrece la película donde Danny siempre está con cara de pánfilo (porque su novia la he dejado) y donde Wheeler debería haber sacado más su personaje de American Pie.
Resumiendo, una comedia muy ligera sólo apta para cuando no hay mejor plan.