La premiada actriz argentina Inés Efrón atraviesa un gran momento en su carrera y no paran de convocarla para nuevos proyectos vinculados al cine. La última película que estrenó, con muy poca diferencia respecto de El Niño Pez, es la comedia romántica Amorosa soledad, que ya se encuentra en los cines de Argentina.
Marina Zucchi, del diario Clarín dialogó en exclusiva con Efrón, una joven tímida que se desata cuando la cámara de cine se enciende, sacando lo mejor de sí. Y es que a los 24 años, esta morocha de de ojos verdes, sorprende por su tranquilidad diaria, que contrasta con los personajes que interpreta para la pantalla grande.
Inés Efrón saltó a la consideración pública por su notable trabajo en XXY, de Lucía Puenzo, que le valió el reconocimiento de la crítica internacional y una avalancha de entrevistas y apariciones en los medios. La directora Lucía Puenzo la volvió a convocar para El Niño Pez, y por estos días estrenó el filme Amorosa Soledad.
A lo largo de la nota, la actriz opina sobre el cine intimista-minimalista, sobre su relación con la tv y las esperas entre película y película.
La entrevista, debajo:
¿Qué opinás de las películas donde no pasan grandes cosas, de aquéllas donde la cámara persigue historias pequeñísimas?
Me gustan. Yo no tengo prejuicio. Quizá mi abuela sí lo tendría. Por ejemplo, una vez me fue a ver a una obra de teatro con la luz apagada donde apenas se veían líneas y me decía: ¡Estaba todo negro! Y eso a otros le parecía interesante. Esta es una película donde no pasan grandes cosas. No hay un tiroteo ni cae una bomba. Es como encontrar sonido en el silencio.
¿Te sigue costando horrores el momento de la promoción de tus películas o aprendiste a manejar la timidez?
Antes creía que por hacer prensa y entregarme a eso era menos actriz. Ahora me doy cuenta de que puedo hacerlo, jugar y listo. Soy tímida, pero también muy opuesta. Si entro a un lugar donde puedo sentirme incómoda puedo llegar a ser muy retraída, pero si estoy cómoda puedo volverme expansiva.
¿Te resulta extraño que todavía no te hayan convocado de la TV?
No. No habrá papeles para mí. Una actriz francesa me contaba que estaba mal visto allá que una actriz de cine hiciera tele. Yo no lo veo así. Pero no tengo tele en casa. No sé por qué.
No estudiás teatro mientras tanto y no hacés televisión. Cuando no filmás, ¿no te desespera ese bache, el no tener un proyecto?
Un poco. Yo siento que mi escuela de teatro es la vida, lo que me pasa y la gente que encuentro. Soy de poca acción, pero las cosas gracias a Dios vienen a mí. Y me pasa que cuando nadie me llama no sé si soy actriz. Por eso siempre digo que la actuación es una carrera de vida. Al tener tanto tiempo libre me puedo volver una creativa en vivir. ¿Cómo es eso? Trabajo para que mi cotidianidad se haga creativa entre tantos huecos. O sea, me hago creativa en el vacío del vivir.
Fuente: Clarín