El cine italiano está de enhorabuena porque tres películas procedentes de este país se pueden considerar de lo mejorcito que pasaron por nuestras salas el año pasado: Gomorra, Il Divo y Romanzo Criminale.
No sé si por casualidad pero las tres tratan sobre la corrupción y el mundo de la mafia italiana a unos niveles muy cercanos a la obra maestra El Padrino.
Romanzo Criminale es una producción del año 2005 pero hasta finales del año pasado no se estrenó en nuestro país.
Romanzo Criminale nos cuenta la siguiente historia de una forma vertiginosa y, aunque la película dure 147 minutos, no deja tiempo al espectador para el aburrimiento:
Roma, años 60. Tres jóvenes delincuentes, Libanés, Hielo y Dandy, con la ayuda de una improvisada banda de otros malhechores, entre ellos El Negro, un extremista que se cree el último samurai, secuestran y asesinan brutalmente a un rico propietario. Con el dinero del rescate en sus manos, deciden invertir, juntos, en el negocio de la heroína. Así nace una organización hábil y despiadada que aplasta a todos sus rivales, asume un control total del tráfico de drogas, impone unas brutales leyes criminales en Roma, se alía con la Mafia y a la vez se beneficia de la protección de todos aquellos hombres sin rostro a los que el gobierno asigna su trabajo sucio. Mientras tanto, las autoridades están enfrascadas en la lucha contra el terrorismo nacional y subestiman la avalancha de violencia y dinero ilícito que se apoderan de Roma. El único que presiente el poder devastador de estos nuevos gángsteres es el capitán Scialoja. Para destruirles, Scialoja se implica en una peligrosa relación con Patrizia, una intrigante prostituta que además resulta ser la chica de Dandy. Es una relación en la que ambos se dejan llevar mucho más allá de sus intenciones iniciales.
Destacar de la película, el ascenso y caída de los tres amigos que, uno a uno, el director, nos va contando su historia, unida a la del resto del grupo. Además, la película también refleja la permisividad y uso del gobierno de la propia mafia para su propio interés como en la vida real.
No llega a obra maestra pero sí es todo un peliculón que os recomiendo efusivamente.