El cine de género en Argentina siempre fue limitado, y muy pocos directores consagrados se le animan. Las producciones de este tipo parecen estar circunscriptas a un puñado de productoras locales que lentamente se van abriendo paso a fuerza de buenas ideas y talento, a falta de grandes presupuestos.
Este es el caso de Sudor Frío, el film de Adrián Garcia Bogliano (cabeza de la productora Paura Flics y director de la gloriosa Habitaciones para turistas) que fue estrenado hace unas semanas en las salas de cine de la Argentina. Con un elenco joven que tiene a Facundo Espinosa, Marina Glezer y Camila Velasco como tridente protagónico, Sudor Frío llegó al circuito comercial financiada en conjunto por Paura Flics y Pampa Films, pero manteniendo el espíritu que Bogliano y cía. estilaban en sus películas independientes.
La historia se centra en la búsqueda de un joven (Facundo Espinosa) que busca desesperadamente a su novia (Camila Velasco). Acompañado por una amiga fiel (Marina Glezer) que no se le separa un segundo, las pistas lo conducen a un lúgubre caserón habitado por dos ancianos. Pronto se darán cuenta que los dueños de la casa son en realidad despiadados asesinos, que han secuestrado a la desaparecida novia. El problema es que ellos también quedan atrapados dentro, junto a varios kilos de dinamita, que los hombres usan sádicamente. Con el terrorismo de estado como telón de fondo (los viejitos son antiguos agentes de la infame Triple A), Sudor frío despliega todos los condimentos clásicos del género de terror, mechado con el humor absurdo que caracteriza a las producciones de Paura Flics.
A pesar de contar con una infraestuctura más amplia con la que el equipo Paura venía trabajando, la película se filmó una antiguo casona en poco más de 2 semanas, con un ajustado cronograma que no permitía agregar más jornadas de rodaje que las estipuladas.